Una propuesta

y un Sí

Nuestra historia de amor fue un encuentro predestinado. Tras nuestras experiencias pasadas, sabíamos exactamente lo que buscábamos en una pareja, y lo encontramos el uno en el otro.
· Barreras lingüísticas (“Amor, cuando digo que no te entiendo no significa que tengas que decir la misma palabra, pero más fuerte; significa que no sé el significado de esta palabra”
· El tomar dos hijos que no son suyos de diez y año y medio (con una casa que parecía museo de diseño interior) pero descubrir la paternidad y amarlos como si fueran suyos.
· Choques culturales (“¿Cómo que los domingos los supermercados no abren aquí en Alemania?” o que la gente empiece a llegar a una fiesta hora media después de que los invitas)
· Preconceptos personales/laborales - "Nunca andaría con nadie de la oficina" "Nunca aceptaría que alguien de nuestra organización iniciara una relación romántica con su jefe”)
· Mudanzas de México a Alemania, de Alemania a Mexico y de México a Estados Unidos en menos de 5 años (somos expertos en vivir con muebles alquilados)
· El placer de criar a tres niños en tres etapas diferentes de sus vidas

Todo esto nos unió profundamente, fortaleciendo nuestro amor y creando una familia excepcional.
Agradecemos infinitamente a cada uno de ustedes por ser parte de nuestro camino, por ayudarnos a ser quienes somos hoy: dos almas gemelas, compañeros de vida y cómplices en esta maravillosa aventura.